Semana 1 de Adviento: Esperando con esperanza

El Adviento es un tiempo de espera que los cristianos podemos aprovechar para reflexionar sobre diversas facetas de la preparación y la celebración de las fiestas. La primera semana de Adviento, que comenzóel 1 de diciembre, estuvo dedicada a la Esperanza.
En Jeremías 29, vemos que la esperanza forma parte del plan para aquellos a quienes Dios rescata. La esperanza es un pozo, más profundo que una emoción o una circunstancia. Como enseñan las Escrituras, la esperanza es una forma de ser: es el estado disciplinado de esperar a Cristo.
La esperanza proviene del poder del Espíritu Santo (Romanos 15:13), da fuerza al cansado (Isaías 40:31), se alimenta de la resistencia y el aliento de las Escrituras (Romanos 15:4), sostiene el alma ansiosa (Salmo 130:5), nos enseña paciencia (Romanos 8:25) y nos lleva a la alabanza (Salmo 42:11).
La esperanza es un ingrediente clave de la fe, ya que, como dice Hebreos 11:1, la fe consiste en estar seguros de lo que esperamos y de lo que no vemos.
Al igual que los israelitas esperaron 400 años en silencio el nacimiento de Cristo, nosotros llevamos dos milenios esperando su regreso. En esta época de espera de lo mejor que está por venir, podemos aprovechar uno de nuestros mayores recursos: la esperanza.
Nuestras escuelas, nuestras comunidades, nuestras familias y nuestros alumnos prosperan no sólo gracias a la esperanza que ofrecemos, sino también a la esperanza que llevamos con nosotros. Tenemos la oportunidad de hacer brillar a diario una luz que sólo la esperanza de Cristo puede aportar.
Hasta lo más profundo de aquello por lo que vivimos, permanecemos juntos, brazo en alto...unidos, por la esperanza.
Romanos 5:5 "Y la esperanza no nos avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones..."