Semana 2 de Adviento: El Príncipe de la Paz
Porque un niño nos ha nacido
se nos ha dado un hijo,
y el gobierno estará sobre sus hombros.
Y se llamará
Consejero admirable, Dios fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de la Paz.
De la grandeza de su gobierno y de su paz
no tendrá fin.
Reinará en el trono de David
y sobre su reino
estableciéndolo y sosteniéndolo
con justicia y rectitud
desde entonces y para siempre.
El celo del Señor Todopoderoso
logrará esto.
Isaías 9:6-7
Paz.
Algo que nuestras almas anhelan profundamente. Un concepto que a menudo parece fuera de nuestro alcance. Una idea que a menudo se malinterpreta.
La segunda semana de Adviento se centra en la paz que Jesús trae al mundo. Cuando pensamos en la paz, a menudo nos la imaginamos como una especie de ausencia: ausencia de conflictos, ausencia de cambios no deseados o ausencia de factores estresantes. Pensamos que la paz llegará cuando nuestros hijos se peleen menos, cuando perdamos el peso que nos sobra, cuando podamos pasar menos tiempo estresados por las finanzas. Cuando el problema médico desaparezca, cuando no perdamos el sueño por conflictos políticos, o cuando haya menos cosas en nuestras agendas sobrecargadas, entonces la paz nos encontrará.
Pero Jesús, el Príncipe de la Paz, no vino a quitar, sino a dar. La paz no consiste simplemente en eliminar las barreras que causan conflictos reales en nuestras vidas, sino en introducirnos en una nueva realidad llena de vida abundante. La palabra hebrea para paz, utilizada en todo el Antiguo Testamento, es shalom. Shalom es un término utilizado para englobar "la forma en que las cosas deben ser". Shalom no es sólo eliminar las dificultades de la vida, sino ir más allá para establecer una realidad totalmente diferente. Desde el principio, Dios ha estado trabajando para crear un mundo rebosante de verdad y belleza, bondad y justicia, tal y como Dios siempre quiso que fuera la vida.
Es evidente que esa realidad aún no se ha asentado plenamente en nuestro mundo. La guerra y los conflictos, la injusticia y la disparidad económica, las relaciones rotas y el miedo a lo que está por venir siguen oscureciendo nuestros días. Pero esta no es nuestra realidad final. El Príncipe de la Paz ha venido al mundo y está haciendo nuevas todas las cosas. Jesús nos invita a participar con él en esta obra. Nuestras asociaciones United4Hope son agentes de paz en comunidades de todo el área metropolitana de Nashville. Las iglesias y las escuelas se asocian para lograr el shalom en las vidas de los estudiantes y las familias. Trabajando juntos, ayudan a dar forma a una nueva realidad para los estudiantes - una realidad marcada por el amor y el cuidado, el acceso a los recursos, y lleno de promesas para el futuro.
En este Adviento, que el Príncipe de la Paz reine en tu corazón. Que descanses en el hecho de que más allá de las dificultades de hoy, hay una verdad aún más verdadera que te sostiene: la Paz. Shalom. Una promesa de que Dios arreglará las cosas y transformará la vida en lo que siempre debió ser.